Sobre mi + ¡Capitulo nuevo!

Hola infiniters!

Hoy os voy a contar cinco cosas sobre mi para que me conozcáis mejor:

 

Animal prefe:

Perro

Color preferido:

Azul y Morado

Deporte preferido:

Surf

Lugar preferido:

Hecha por mi móvil

Libro preferido:

El lado explosivo de jude

 

También os voy a dejar el capitulo 5 de mi nove ¡Espero que os guste!

 

 

CAPITULO 5

 Saray

   La noche acabo siendo de todo menos agradable para mi, nunca pensé que podría llegar a estar tan incómoda con Carlos.

Cuando me estaba enseñando a surfear, conseguí levantarme después de muchas caídas resbaladizas, quizás me emocioné demasiado y acabé encima de Carlos y rodeándole con brazos y piernas tan fuerte que parecía que nos habían pegado con superblu.

-¡Lo he conseguido! ¿Lo has visto verdad?-dije sonriendo y mirándole a los ojos.

Había reaccionado como una niña…pero su cara estaba tan cerca de la mia…por un instante noté a mi yo de antes y había visto brillo de felicidad en sus ojos, había estado con unos cuantos chicos, pero el me desconcertaba, no estaba segura de si era felicidad.

-Lo he visto, lo hiciste genial-me había dicho.

Pero entonces se empezaron a oír gritos detrás nuestro, el me soltó y se alejó un paso de mi como si no hubiera pasado nada. Una chica apareció y se hecho a sus brazos.

-¡Carlos!¡Carlos!-había gritado ella

Se dieron un beso largo y después se apartó de el para mirarme de arriba a bajo, era morena, con el pelo largo y los ojos marrones y era alta y delgada, pero no era muy guapa. Ella era su novia, María, llevaban un año saliendo. Sabía que no me tenía que haber hecho ilusiones, era imposible que no tuviese novia, no lo admitía pero estaba destrozada ¿Qué me hace este chico?

Después de la larga observación me había mirado con cara de vi-como-te-echaste-sobre-mi-chico-te-voy-a-matar.

-Esta es María…-había dicho Carlos

-Su novia-dijo ella con una voz muy aguda que casi me hizo partirme de risa, había puesto una sonrisa falsa pero después la cambió por una mirada feroz al ver que estuve a punto de soltar una carcajada.

Me tapo la boca con una mano, trago saliva, aparto la mano de mi boca y me presento.  Desde ese momento María me había vuelto loca, odiaba su voz de pito y además era muy perfeccionista y demasiado irritante, no sabía como Carlos podía aguantarla. No paraba de decirme lo que hacia mal…

Desde entonces no le había dirigido la palabra a Carlos, por lo menos me podía haber dicho algo en vez de callárselo.

   Después de la playa fuimos a cenar al Burguer King, me senté en el sitio mas alejado que había de donde estaban María y Carlos, que se habían estado besando y abrazando todo el rato, a veces hasta pensaba que el se cansaba de tanto beso.

-¿Y por qué te llaman Tini?-le pregunta Claudia a Héctor.

-Porque me tintaba el pelo mucho el año pasado, me llamaba el Tinte y un día Cris me empezó a llamar Tini

-Ah

-Se pintó el pelo de verde, morado y azul-dice Cristina riéndose al recordarlo.

-Parecía un brécol cuando tenía el pelo verde-dice después Sam también riéndose

-Eso sería gracioso de ver-dice Claudia

Asiento y pego un bocado a un nugget de pollo mientras trato de ignorar las risitas bajas de María. “Tranquila, tranquila, tranquila…” me repito en la cabeza.

-Joder, mañana tengo que madrugar que pereza-dice Clau pegando un sorbo a su coca-cola. Había estado hablando con Héctor, pero el empezó a hablar después con Cristina de algún tema que no sabia.

-¿Por? ¡Si es verano!-dice María interrumpiendo lo que quisiera que estuviesen haciendo.

-Eso la digo yo-dice Sam

-Porque tengo que hacer cosas-dice ella encogiéndose de hombros

-¿Siempre has sido taaan buena?-me pregunta Sam

-¿Ella? ¡Que va! Si antes era la mala, metía cucarachas en los buzones de los vecinos, pintaba en las paredes, tiraba huevos a las paredes y globos de agua a los coches, hacia ruido por la noches para joder a los vecinos…y una vez se leyó mi diario y le enseño una pagina en la que decía todo lo que me gustaba un chico de un curso superior a ese mismo chico…que vergüenza

-¡A ya Jaime Blanco!-exclamo ella entre risas-esa fue muy buena

-Como me hubiese gustado conocerla

-Pues tu no eres mala-me dice Carlos

-Bueno y  eso fue con nueve años, después cambio todo-digo yo ignorándole, aun así un escalofrío recorre mi cuerpo.

-¿Por qué?-pregunto María

Claudia borra su sonrisa y baja la mirada, yo intento actuar con normalidad y miro a María con una pequeña sonrisa en la cara. Quería ser fuerte, o por lo menos parecerlo, había pasado hace mucho pero el esfuerzo en pasar pagina había costado mucho, había estado dos años hablando con una psicóloga.

-Maria…-dijo Carlos en voz baja

-Nuestros padres murieron en un accidente cuando tenía diez años.

-Lo siento muchísimo-dice María con voz de arrepentimiento a la vez que se tapa la boca con ambas manos, nos lanza a Claudia y a mi una mirada de lastima, odiaba eso.

La mesa se había quedado en silencio, Cristina y Héctor se habían quedado callados al oír la pregunta de María, ni que estuviese alguien  importante hablando…

Claudia

   Había pensado en apartar la mano pero la deje en su sitio, sabia que esto estaba mal pero por alguna razón no quería apartarla, la mano de Sam sujetaba la mía, lo había hecho cuando María había preguntado el porque de mi cambio, como para darme fuerzas, odiaba muchísimo admitirlo pero lo había conseguido, ya había pasado mucho tiempo, pero el vacío seguía ahí, como un tatuaje, por mucho que intentáramos olvidarlo iba a seguir ahí para toda la vida. Todavía me acuerdo de ese día como si fuese ayer, mamá se había puesto el vestido rojo tan bonito que se había puesto un año atrás en una fiesta, ese vestido le quedaba genial, se adaptaba a su cuerpo de una manera increíble, como si fueran dos piezas de un puzle destinadas a estar juntas, Saray y yo fantaseábamos que lo llevábamos puesto, era precioso…ella se había rizado el pelo marrón claro como el mío y se había puesto los pendientes y el collar que le había regalado mi padre, tenia una gran sonrisa en la cara que dejaba ver sus dientes perfectos y su mirada marrón brillante resaltaba mas que nunca.

Mi padre se había puesto una camisa azul, se la había regalado la tía Marian por su cumpleaños, llevaba puesto unos pantalones negros y unos zapatos de cuero con la punta cuadrada del mismo color. Su pelo era de un rubio oscuro, no se parecía al de Saray, que tenia el pelo del mismo color que mi abuela Mariluz, la madre de mi padre.

Cuando me quiero dar cuenta estoy apretando con fuerza la mano de Sam y al borde de las lágrimas “Controla, controla, controla” me digo a mi misma.

-Eh tranquila-me dice Sam en voz baja.

-Estoy bien-le digo en el mismo tono sin quitar la vista de mis piernas

-No, no lo estas, me estas dejando la mano como un tomate

Le suelto la mano, supiro y miro la hora en mi móvil, las nueve y media, necesito hablar con Juancar, ojalá funcionase ahora la conexión que tenemos como mejor amigo y mejor amiga y empezase a sonar el teléfono.

-Vamos Juancar, llama, llama-digo demasiado alto

-¿Quién es Juancar?-pregunta Héctor y Cristina a la vez

-Mi mejor amigo

-Tambien otro trasto convertido en ángel-dice Saray suspirando-muy majo y muy guapo

-¿Es tu novio?-pregunta María

-Si-responde Saray con toda naturalidad

La miro con los ojos abiertos de par en par ¿Qué esta diciendo? Ellos habían salido, pero hace mucho tiempo, Juancar estaba aun loco por ella, cada vez que me llamaba me acribillaba a preguntas “ ¿Qué tal Sary?¿A conocido a alguien?Mas concreto ¿A un tío?¿Se a besado con alguien en las ultimas horas? “ a veces se volvía un pesado, cualquier día me iba a preguntar si se había enrollado con alguien ¡Y yo que se!

Me dirige una mirada de cállate-o-te-mato, actuo con naturalidad y asiento.

-¿Y desde cuanto lleváis juntos?-pregunta Carlos, no estaba convencido, se le veía en la cara

-Llevamos tres meses

-Llevan un mes-digo al mismo tiempo que Sary

“Mierda” pienso.

-Tres meses, eran tres meses, valla cabeza la mía-digo dándome unas palmaditas en en la cabeza y dándoles una sonrisa falsa

-A genial-dice María con una amplia sonrisa de satisfacción, si pensaba que Saray les iba a dejar en paz para siempre se equivocaba al cien por cien, tramaba algo y de eso estaba muy segura…

-Bueno y…-empieza a decir Cris pero la interrumpe Counting Stars de One Republic procedente de mi móvil

-¡Por fin!-me digo a mi misma susurrando

Me levanto, cojo mi móvil y contesto.

-Me ha dado un calambre en la pierna-me dice

Conexión activada, era extraño pero increíble nuestra conexión, habíamos sido amigos desde que nacimos, nuestras madres y nuestras abuelas también habían sido mejores amigas y Juancar y yo teníamos algo especial. Una vez estaba andando por el bosque y me perdí, no me quedaba saldo y no podía llamar a nadie, entonces Juancar me llamó y me pregunto si estaba bien, al parecer le había dando un calambre en la pierna y la angustia empezó a invadirle, entonces decidió llamarme, gracias a el regresé a casa sana y salva. Desde entonces ha sido así siempre, a el le pasaba algo malo y a mi me daba un pinchazo en la barriga, a mi me pasaba algo y le daba un calambre en la pierna, era extraño pero siempre pasaba eso.

-Has tardado mucho-digo saliendo del burguer

-¿Qué ha pasado?

No habíamos hablado desde el día anterior a la mudanza, así que le hice un resumen de lo que ha pasado, desde el regalo de nuestra Roxy hasta el encuentro con Sam y el día de hoy.

-Recordé a mama y a papa el día de su muerte

-Clau, eso ha pasado hace mucho tiempo, tienes que pasar pagina, bueno, ya la has pasado

-Ya pero aun así me acuerdo de ellos

-Hay que recordar los buenos momentos para ser feliz

-Tienes razón

-¿Sabes? Casi le dejo la mano roja a Sam, me la cogió cuando la novia de su hermano preguntó

-El pesado de la guitarra ¿no?

-Si

-¿Te dio la mano?

-Si, lo peor de todo es que no la aparte, hablando de novias, al parecer Saray y tu estáis saliendo

Silencio, sabia que estaba flipando en colores, lo mejor era dejarle cinco segundos de silencio. Pasan diez, veinte:

-¿Juancar?

-Espera que estoy flipando ¿Qué estoy saliendo con Saray? ¿Desde cuando? Porque no me había enterado

-Desde hace unos quince minutos, pero esta tramando algo…

-Necesito hablar con ella-me pide

-Bueno…yo solo quiero decirte que mejor no te hagas ilusiones-digo entrando de nuevo y haciendo señas a Saray para que viniese

-Dejo de tener ilusiones con ella desde hace tiempo

-Bueno, te dejo luego hablamos, un beso

-Un beso, adiós

Le entrego el móvil a Saray y le doy unas palmadas en el hombro. Ando hasta la mesa y me siento en mi sitio junto a Sam y Cristina.

Saray

-Por favor, por favor-le pido

-No se Sary, esto no me parece bien

-Te prometo que te devuelvo el favor

-Algo así no se puede devolver

-Joder Juancar, por favor

-No se, me lo pensare

-Esta bien

-Venga, adiós

-Chao-digo pulsando sobre la pantalla del móvil para colgar

Sabia que era injusto, pero necesitaba su ayuda, necesitaba poner celoso a Carlos, no se había tragado lo de Juancar, tenia que convencerlo. Ojalá fuese tan ingenuo como su novia.

Iba a venir el lunes a visitarnos, pienso estar todo el rato tratando de convencerle, cueste lo que cueste.

   Entro en el burguer, ya están cogiendo los abrigos, Carlos me mira pero aparto la mirada al verlo, le doy el móvil a Claudia, cojo mi bandeja y mi abrigo y tiro los restos de la bandeja a la basura. Miro a Carlos con disimulo, sigue observándome atentamente, me pregunto que estará pensando y si los demás se darán cuenta.

Se me cae el abrigo, me agacho a cogerlo y cuando me levanto algo frío choca contra mi pecho. Era algo liquido, bajo la mirada, mi camiseta blanca ahora estaba teñida de un color marrón y debajaba ver mi sujetador negro, era coca-cola. Miro al frente,  María me miraba con cara falsa de uy-lo-siento pero sabia que lo había hecho aposta. El comedor se había quedado en silencio, pero volvieron a lo suyo cuando María empezó a echarme servilletas por encima

-¡Lo siento, lo siento!-dice ella poniendo mas servilletas

-No pasa nada-digo intentando ser agradable pero sin conseguirlo, en lugar de ello actué como una borde-y deja ya de ponerme servilletas que al final voy a parecer una momia-dije secándome la camiseta.

-Joder-se oye detrás de Maria, era Sam, le dirijo una mirada mordaz y Claudia le da un codazo

-Bueno mejor nos vamos ya ¿no?-dice Cristina

-Si mejor, vamos anda-dice Claudia cogiéndome del brazo antes de que pudiese darle un tortazo a María

   Menos mal que tenía una camiseta de repuesto en mi bolsa de la playa, me vestí en el coche mientras los demás esperaban alejados del coche, si se atrevían a mirar no me lo pensaba dos veces a darles una patada en los huevos.

Termino de ponerme la camiseta, que en realidad era un top por encima del ombligo de color negro, aprovecho el momento y me coloco con cuidado el piercing negro en mi ombligo, me lo había hecho por mi cumpleaños. Salgo del coche y ellos se acercan a mi. Sam y Claudia estaban hablando sobre algo en especial y los otros estaban en silencio.

-¿Entonces no vienes con nosotros?-pregunta María que intenta esconder la ilusión pero no lo consigue nada.

-No-digo yo-pero prefiero no ir para no tener que soportarte-digo bajando la voz

-¿Qué?

-Nada, que es una pena

Carlos pone los ojos en blanco detrás suyo, me había oído, lo sabia “Por Dios que se fije en el piercing”

-A la tienes un piercing-dice Cristina-yo me quería hacer uno

Todas las miradas van dirigidas a mi ombligo, pero me fijo mas en la de Carlos, que la aparta al momento y traga saliva, una sonrisa satisfecha aparece en mi rostro.

-Mi cumpleaños-digo yo-¿Bueno nos vamos a quedar aquí parados todo el tiempo? Me siento observada

-Eh, si mejor nos vamos ya-dice Carlos señalando el coche

-Bueno nos vemos mañana-dice Héctor

-Venga adiós-dice María arrastrando hasta el coche a Carlos

-Adiós Clau-le dice Sam a Claudia con una sonrisa sexy que hace efecto en Claudia, si no la conociera no me hubiese dado cuenta de ello.

-Adiós-dice devolviéndole la sonrisa

Sabía que el truco de la extinción no serviría de nada, se enrollaban con los ojos.

 

 

 

 

Un besito espero que os halla gustado, un besito